En la primera cápsula de esta serie expliqué la necesidad de reenfoque a la que me ha llevado el mercado. Y de hacerlo sobre cinco principios o requisitos básicos:
- Enfocar la oferta
- Definir mejor lo que hago
- Escoger un target
- Ampliar mi espectro geográfico
- Preservar / fomentar mis fortalezas
En la segunda cápsula me centré en la importancia fundamental de tener una presencia estudiada en Internet, de ser “algo” o “alguien” a los ojos del todopoderoso Google y abrir las puertas a curiosos o interesados (primero), suscriptores (después) y clientes (por último). Es el llamado modelo del embudo del media marketing:
Fuente: wasanga
Bien. Pues en esta tercera y última de la serie, os presento todo el abanico de cambios que llevo varias semanas poniendo en marcha y que hacen que lo que lees hoy y vas a ver a partir de ahora ya sea un nuevo Valor 2.0.
Organizándolo todo con XMind
Empiezo por explicar que ha sido la primera vez que me he apoyado de lleno en un mapa mental para un proyecto de estas características. Hasta ahora los había utilizado más cómo herramienta de análisis que de creación. La experiencia ha sido muy satisfactoria. Con la ayuda de XMind he ido dando hueco y ordenando todos los frentes que implicaba el reenfoque: definición del target, cambios en la marca personal, revisión completa de mi Cuadro de Perspectiva Personal (ya que mis objetivos anuales pasan ahora a ser otros distintos), una nueva versión de mi PACO y, por supuesto, un cambio profundo de toda la web.
Lo primero y más complicado: el nuevo lema
El lema de una web lo es todo. Es la idea sintética y destilada sobre la que se apoya lo demás. Tu discurso, tus ofertas, tu lenguaje, tu cliente… tienen que ser coherentes con tu cartel de entrada al negocio. Terminé mi anterior cápsula explicando que había invertido muchas horas dándole vueltas a este asunto. Cada nueva combinación fallaba en algo: o demasiado larga, o invisible para Google, o con un significado que no se entendería fuera de España, o con una tendencia de búsqueda a la baja, o sin unos fundamentos sólidos respaldados por literatura y herramientas suficientes, o que no respondía a los cinco requisitos del nuevo negocio o… directamente, que no me gustaba nada.
Llegué a revisar casi 40 combinaciones diferentes.
Desde un punto de vista de mercado, lo ideal hubiera sido elegir unas pocas opciones y someterlas a una encuesta como ya he hecho en alguna otra ocasión en el pasado. Pero lo descarté por dos motivos:
- no podía prolongar aún más las cosas y, sobre todo,…
- ya tenía el Google Analytics para orientarme sobre las tendencias.
Tenía que fiarme de la validez de la ecuación según la cual…
Experiencia + datos + mucho trabajo = resultados fiables
Sin perder de vista un minuto los 5 requisitos básicos, fui descartando una a una hasta llegar al que ahora veis ahí arriba:
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Productividad y entornos colaborativos para trabajadores del conocimiento.
[/box] La lucecita se encendió al conectar varios apuntes en mi Evernote y recuperar algunas viejas anotaciones que tenía sobre Peter Drucker. Llevaba tiempo en mi carpeta de Algún Día / Tal Vez. Cuando descubrí el énfasis que este hombre puso en la necesidad de que las organizaciones del siglo XXI prestaran mucha atención a la productividad del trabajador del conocimiento, todo se iluminó. El escenario del que hablaba Drucker es el mismo que servía de base a Gary Hamel, Stephen Covey o Tom Peters. Y es el mismo al que yo llevo meses llamando entorno 2.0.
Nuevos clientes
También me di cuenta ¡por fin!, de que llevaba mucho tiempo malinterpretando el término “organización adaptativa” y relacionándolo implícitamente con el sector TIC. El sector TIC no me necesita… o al menos está convencido de ello. Más aún: su potencial interés en mis servicios es inversamente proporcional a su tamaño.
Distingo entre tres tipos de organizaciones del sector TIC:
- Las que ciertamente son más receptivas a la realidad cambiante y cuentan con el dinamismo, las metodologías y la tecnología necesarias para afrontarla.
- Las que están permanentemente enredadas en la situación que precisamente yo pretendo combatir: la falta de control y de perspectiva, por lo que captar su atención es complejo.
- Las que simple y llanamente se consideran más capaces y autosuficientes que el común de los mortales; no creen que tengan nada que aprender.
El peso de cada uno de los tres grupos es algo que mejor te contaré tomando un café.
Lo que sí creo es que con algunas PyMEs TIC,… con las que no tengan complejos en admitir que su forma de organizarse y de afrontar el día a día es distinta a la que venden a sus clientes, y que es posible aprender e incorporar técnicas y conceptos útiles a los que no pueden llegar por sí solas sin desatender su negocio… con esas PyMEs TIC es seguro que voy a hacer cosas.
Aparte de esas PyMES TIC, mi nicho principal va a estar en otros colectivos de trabajadores del conocimiento. Drucker, por ejemplo, mencionaba mucho a los sanitarios. Y si consultas los códigos CNAE salen unos cuantos que directamente podemos asociar a este concepto. Yo he empezado por centrar mensajes en sólo unos pocos a los que sé que puedo llegar con un discurso particularizado ofreciendo un servicio de calidad. A los que, en definitiva, puedo aportar valor:
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[list_item icon=»hand-right»]Los juristas. Abogados, procuradores, jueces, graduados sociales… Están experimentando en carne propia el entorno 2.0 y, además, en su mayor parte trabajan de manera aislada o en pequeños bufetes o juzgados. 2, 3, 4 personas.[/list_item]
[list_item icon=»hand-right»]Las ingenierías. Estoy pensando, como en el caso TIC, en gabinetes y estudios medianos y pequeños. Ellas representan la organización del trabajador del conocimiento por excelencia.[/list_item]
[list_item icon=»hand-right»]Los empresarios. Los que están al frente de un pequeño negocio y los que intentan arrancar ahora, los emprendedores. Sobrellevando cada día un chaparrón de quehaceres, ideas, más planes que capacidad física de sacarlos adelante. Soy uno de ellos.[/list_item]
[list_item icon=»hand-right»]Los postgrados. Que desde las Universidades o las Escuelas de negocios están aprendiendo a hacer las cosas en el mundo laboral. Y a los que me encantará contar lo que me hubiera gustado que me contaran a mí a tiempo.[/list_item]
[list_item icon=»hand-right»]Los gestores públicos, cuya atención está sistemáticamente hiperdemandada. Y que se ven obligados a abarcar competencias muy diversas que implican estudio y aprendizaje al tiempo que se resuelven los problemas.[/list_item]
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Para cada colectivo ahora hay un itinerario de servicios diseñado. Específico. Con una serie de cápsulas para ir avanzando poco a poco y desde el punto que cada cual precise.
Nuevo tratamiento de mis fuentes de inspiración
Como trabajador del conocimiento bebo de ciertas fuentes de inspiración. Autores y herramientas sobre las que apoyo la confección de ofertas de servicios empaquetadas: mis cápsulas. Reservándoles un lugar destacado en la web aspiro a conseguir varias cosas:
- Sintonizar con otros trabajadores del conocimiento que los conocen o quieren conocerlos.
- Ordenar mis ideas y exponerlas de una forma que procuro sea fresca y diferente.
- Un buen posicionamiento para atraer búsquedas desde el Internet y más allá.
Trabajar de manera continua mis fuentes de inspiración es esencial. Es uno de mis valores declarados. Pero como sucedía con la importancia de Internet, lo tenía subatendido. En mi rejilla semanal de dedicación hace tiempo que intentaba incorporar diariamente y sin excusas posibles el hábito de la lectura profesional. No me refiero al que yo llamo tiempo de “antenarme” (sacar la antena para enterarme) atendiendo de manera rápida y diagonal a mi selección de blogs, newsletters,… No. Me refiero a lectura y estudio sosegado y atento de literatura relacionada con mi profesión. Daniel Goleman acaba de publicar su último libro advirtiendo que la atención es un músculo que no entrenamos adecuadamente. Uno más de los síntomas del entorno 2.0 cuajado de distractores. Algo que, por cierto, ya habían apuntado otros estudiosos de la obra de Drucker. Y que yo tengo cada vez más presente.
Nueva Misión
Por último, un reenfoque de calado implicaba una revisión de mi Misión. Mis Valores y mi Visión -mi inspiración de más alto nivel-, siguen siendo válidos después de esta reestructuración. Pero la Misión, diseñada de acuerdo a un diagrama de Abell, tenía necesariamente que cambiar para seguir respondiendo a las tres preguntas clave: ¿a quién se satisface? ¿qué se satisface? ¿cómo se satisfacen las necesidades del cliente?
Bienvenidos al nuevo Valor 2.0.
[toggle title=»Para saber más…» open=»false» icon=»star»]Xmind: the most professional mindmapping tool
Daniel Goleman: La atención es un músculo que se debe entrenar.
Jeremy Hunter: Knowledge Worker Productivity and the practice of self management.
Diagrama de Abell como herramienta de planificación estratégica.
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