En mis seminarios de introducción a los entornos colaborativos me gusta hablar de la historia de la gestión de proyectos. Considero muy importante entender que, igual que en cualquier otra ciencia: medicina, arquitectura, ingeniería espacial,… la gestión de proyectos es hoy como es debido a una evolución. Además… es un tema que me apasiona.
Para las grandes corporaciones y los equipos acostumbrados a lidiar con proyectos de muchos millones de euros, lo que cuento es evidente. Pero en los sitios pequeños (y a veces no tan pequeños) existe una tendencia a inventar una y otra vez la rueda. Y es que organizar eficazmente un equipo humano en torno a un objetivo limitado en plazo, presupuesto y alcance nunca es fácil.
Aunque muchos no sean conscientes de ello, la gestión de proyectos está en el día a día de prácticamente cualquier sector y actividad. Lo que seguramente no imaginábamos ninguno es que los primeros telediarios del 2014 iban a abrir precisamente hablando de esta materia. Voy a intentar aportar datos para la reflexión acerca del problema del gigantesco proyecto del Canal de Panamá. Pero lo voy a hacer en dos tiempos. Hoy os contaré la interesantísima historia del Canal. Y en unos días me meteré con el problema actual.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tiene una magnífica web donde se pueden consultar todo tipo de datos y la historia completa. Yo haré un breve resumen con lo que me parece más llamativo.
Frente a lo que pueda parecer, la idea del canal no es, ni mucho menos, cosa de nuestro tiempo. Desde que Núñez de Balboa descubriera la estrecha franja que separaba ambos océanos, el rey Carlos I de España y V de Alemania encargó en 1534 hacer unos primeros planos que discurrían aproximadamente por el mismo trazado que el actual. Pronto concluyeron que con la tecnología de la época, su construcción era inviable.
Primero, una de geografía
Lo primero que a muchos sorprende del Canal de Panamá es que no discurre de Este a Oeste como intuitivamente se podría pensar, sino más bien de Norte a Sur. Aprovecha una de las franjas de terreno más estrechas del istmo, drenada, además, por el río Chagres y el gran lago Gatún, de manera que una parte importante de sus 80 km de longitud ya los provee la geografía.
Fuente: Thoroe
El otro aspecto geográfico muy relevante es que esa pequeña franja de terreno es tan bonita como inhóspita: lluvias torrenciales, temperatura promedio de 27ºC, jungla impenetrable, terrenos pantanosos, inundaciones frecuentes y una geología que en tan poca distancia engloba seis importantes fallas y cinco núcleos volcánicos.
Durante cientos de años, sus costas se llamaron “Costas de la Fiebre”. La fiebre amarilla y la malaria hacían estragos entre los marinos que recalaban por allí.
El primer intento: 1880-1899
Los primeros en intentar muy seriamente abrir el canal fueron los franceses. Por aquel entonces, Panamá no existía como país, sino que era parte de Colombia. Espoleados por el liderazgo de un pionero de la época –<mark>Ferdinand de Lesseps</mark>-, París y Bogotá se pusieron de acuerdo en promover el superproyecto.
Aunque se estudiaron varias opciones, una de las lecciones extraidas a posteriori de aquella historia es que esos estudios fueron muy superficiales y estuvieron mal enfocados.
Todos sabemos que el Canal funciona por medio de unas exclusas que posibilitan que los barcos asciendan hasta a 26 m por encima del nivel del mar. Pero el proyecto francés intentó inicialmente que todo el canal discurriera a cota cero, con lo que ello implicaba respecto a la profunidad de las excavaciones.
Lesseps era diplomático; no ingeniero. Y tendía a banalizar el problema en la confianza de que la tecnología de la época (que en realidad él desconocía) le ayudaría a que los problemas se fueran resolviendo de alguna manera. Además, su carácter arrollador no casaba con el estudio sosegado y científico del problema, por lo que la comisión técnica previa a las obras se resolvió en unas pocas semanas y sin las necesarias voces disonantes.
Tras 19 años de obra, 22.000 fallecidos (en su mayoría por las fiebres), 600 millones de francos y el desencanto de toda una nación, el proyecto se paralizó…
El proyecto americano: 1904-1914
…pero sólo provisionalmente. El leitmotiv de los franceses era más romántico-aventuresco que económico. Pero mucho más cerca de Panamá otros intereses estaban tomando cuerpo. El comercio entre las costas Este y Oeste de EEUU crecía y, como se aprecia en el siguiente mapa, eso implicaba una ruta endiabladamente larga. Theodore Roosevelt tenía muy claro que acortarla por el canal rebajaría el trayecto en… ¡6.800 millas! O lo que es lo mismo, muchos, muchos dólares.
Los americanos habían estado siguiendo de cerca el proyecto francés. Expectantes. Lo primero que hicieron fue «adecuar» políticamente la zona. Para ello favorecieron la revolución que acabó desgajando a Panamá de Colombia (1903). Tan sólo unos meses después, EEUU firmaba el acuerdo por el que, mediante el pago de:
- 40 M$ a los franceses
- 10 M$ + una renta anual de 250K$ al recién creado país,
se atribuían los derechos a hacer la obra y establecer la llamada Canal Zone: una franja de 5 km a cada lado del canal considerada territorio americano y que no devolverían íntegramente hasta 1999.
Y a partir de ese momento se ponen a trabajar. Retoman las obras abandonadas por los franceses y en 9 años consiguen que el 15 de agosto de 1914, la nave Ancón hiciera el primer trayecto oficial de extremo a extremo. Este año se cumplirá el centenario de aquel hito.
Fuente: dominio público
El proyecto fracasado de los franceses había enseñado mucho a los americanos. La maquinaria había sido manifiestamente inadecuada, la vía férrea no había servido para extraer el material excavado y, sobre todo, se tomaron muy en serio el estudio y prevención de la malaria y la fiebre amarilla.
[toggle title=»Algunos datos interesantes» open=»true» icon=»star»]
- El coste de construcción del canal fue de 387 M$ de la época.
- El volumen del material excavado por los franceses supuso un 11% del total.
- El volumen total excavado ascendió a cuatro veces lo que Lesseps había calculado para el proyecto original… a nivel del mar. Y 3 veces lo excavado en el Canal de Suez. Definitivamente Lesseps no era ingeniero.
- Entre 1904 y 1914 trabajaron en las obras 56.000 personas. De ellas, casi 6.000 (un 11%), gallegos.
- Uno de los principales obstáculos para la construcción fueron las fiebres. Incluso a pesar del esfuerzo estadounidense por contrarrestarlas, 5.600 personas murieron en el segundo proyecto.
- Nunca antes se había utilizado tal cantidad de hormigón y de dinero como los que hicieron falta en esta obra.
- Hoy en día existe una medida estándar de barcos (la Panamax) que coincide con el tamaño máximo admitido en el canal.
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Tras este repaso histórico, ya estamos preparados para entender mejor lo que está pasando con el proyecto de ampliación.
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