En los últimos meses he tenido la suerte de recoger de primera mano testimonios de juristas profesionales acerca de su profesión. Eso, unido a las muchas referencias que voy atesorando de un lado y de otro, me van dando una visión de un sector que cada vez encuentro más interesante. Alguno pensará que estoy loco, pero a ojos de un ingeniero de telecomunicaciones, este desconocido mundo de la judicatura resulta apasionante.
Mi primera aproximación se ha centrado en los abogados y (algo) en los graduados sociales. Sé, de hecho, que son dos mundos con algunas analogías y… con no pocas diferencias. Técnicas y competenciales. De unos y de otros he extraído ya algunas impresiones que enumero aquí de forma sucinta. Soy consciente de que para los profesionales del gremio pueden resultar evidentes o equivocadas. Pero a lo mejor la visión de alguien ajeno al mundillo proporciona algún matiz interesante. O, como mínimo, curioso.
Bien, pues aquí están, mutatis mutandis, mis primeras 20 conclusiones sobre la profesión de jurista.
Aspectos básicos de la profesión
[dropcap style=»circle»]1[/dropcap] Los abogados se rigen por un código deontológico. Y no uno cualquiera: tiene rango de Real Decreto. Se trata de un compendio de obligaciones éticas relativas a la independencia, la libertad de defensa, el secreto profesional, las incompatibilidades, la competencia desleal,…
[dropcap style=»circle»]2[/dropcap]
Los abogados pueden ser ejercientes (ejerce como tal: ofrece sus servicios profesionalmente) o no ejercientes (no cuenta con un despacho aunque puede trabajar para otro abogado). El acto de conversión de no ejerciente en ejerciente consiste en una jura de la Constitución: un acto protocolario y ceremonial celebrado periódicamente en los Colegios de abogados.
Fuente: ABC Ed. Valencia
[dropcap style=»circle»]3[/dropcap] Para ejercer de abogado hay que estar colegiado. Basta colegiarse en un colegio para ejercer en toda España. El grueso de los abogados ejercientes lo hacen desde pequeños despachos: de tres, dos o –quizás la mayoría-, un único abogado.
[dropcap style=»circle»]4[/dropcap] En España hay 83 Colegios de Abogados que suman casi 190.000 letrados (el 69% de ellos ejercientes). La disparidad de los colegios es grande en tamaño, servicios y cuotas. El más grande es el de Madrid, con 55.700 colegiados. El de A Coruña tiene en total 3.000, el de Vigo 2.000 y el de Valladolid 1.600.
Modelo de negocio de los bufetes de abogados
[dropcap style=»circle»]5[/dropcap] El funcionamiento en base a cuota litis está ya generalizado. Es justo lo contrario del modelo basado en pactar una tarifa por hora con independencia de los resultados que se consigan (también llamado cobrar “a la inglesa”). La cuota litis se legalizó hace relativamente poco aunque ya viniera utilizándose de una forma u otra. Cada abogado funciona de una forma pero es habitual solicitar, al menos, una provisión de fondos con la que cubrir primeros costes (desplazamientos, impresiones, tasas…).
[dropcap style=»circle»]6[/dropcap] Generalmente, esta fórmula de venta de servicios ligada a resultados se reserva a casos importantes (p.e. preferentes, accidentes de tráfico o similares). En paralelo hay solicitudes de cosas pequeñas para las que no tiene sentido (p.e. declaraciones de la renta, o revisión de papeles a personas mayores…). Surge aquí un tema interesante y es la reserva de tiempos para aquellos temas con resolución más tardía y posible -sólo posible- resolución a nuestro favor. El beneficio es mucho más alto, pero también lo es la incertidumbre y la inversión en tiempo y atención.
[dropcap style=»circle»]7[/dropcap]
El cambio cultural que implica la cuota litis va asociado a otro que también ha evolucionado con el código deontológico: el marketing. Si hasta hace poco era muy raro ver anuncios de abogados, cada vez se hace más usual encontrárselos en prensa y radio. En EEUU es frecuente verlos en grandes carteles en calles y carreteras:
- Frente a lo que podría ser nuestra primera impresión, la litigiosidad ha disminuido por el efecto conjunto de la crisis y la Ley 10/2012 (o ley del Tasazo judicial).
- En un negocio tan atomizado, las abogadas encuentran un auténtico hándicap a la hora de compaginar maternidad y despacho.
- Frente a otras profesiones, los abogados ven difícil su salto a otros sectores. Su especialización y sus habituales carencias en materias como la tecnología dificultan su movilidad funcional. Además su carácter tan ligado a la legislación de un determinado país, dificultan su movilidad geográfica (emigración). Como consecuencia de esto, muchos abogados lo pasan mal. Y, por ejemplo, abandonan sus despachos para recluirse en sus domicilios. Algo impensable hasta hace poco.
[dropcap style=»circle»]9[/dropcap] La congrua era la renta mínima de un oficio eclesiástico o civil de una capellanía para poder sostener dignamente a su titular. En derecho, trabajar a congrua consiste en prestar tus servicios a un cliente (generalmente grande) a cambio de una cuota mensual previamente acordada.
[dropcap style=»circle»]10[/dropcap] Cálculo de las costas. Los colegios profesionales no pueden fijar tarifas a sus profesionales. Está expresamente prohibido por la Ley 25/2009 (ey ómnibus). Pero, paradójicamente, cuando un juez condena a una parte a “pagar las costas del juicio”, se hace necesaria una estimación consensuada acerca de cuánto suponen esas costas. Y esa estimación se hace en base a tarifas orientativas publicadas por los Colegios de abogados.
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Una HOJA DE ENCARGO es un presupuesto. Hay poca costumbre en la profesión de hablar de presupuestos con los clientes a pesar de que los Colegios lo promueven e incluso ponen a disposición modelos en sus webs. Generalmente se hacen las cosas y luego se habla de dinero con el cliente. Lo que muchas veces deriva en disgustos, enfados y problemas. Convendría indicar de antemano aspectos importantes como… Qué porcentaje se cobra por adelantado para gastos, si se incluye procurador, peritos… Una práctica básica en muchos otros ámbitos y que sin embargo aquí es inusual.
Tecnología
[dropcap style=»circle»]12[/dropcap]
El gestor de despacho es una herramienta informática de uso común. Que, de hecho, algunos consideran imprescindible. Sirve para gestionar los expedientes de una forma ordenada y ayudar en aspectos como la gestión documental, la agenda o la contabilidad del despacho. Por cada expediente se recopilan datos del cliente, del contrario, del tipo de de asunto (penal, civil, laboral, administrativo…), del tipo de procedimiento (diligencias previas, divorcio, medidas cautelares,…), juzgado encargado del caso… Algunos de los gestores de despacho más populares son: Infolex, e-plan (sudespacho), Melkolex, Abogafin o Suasor.
[dropcap style=»circle»]13[/dropcap] Hoy en día, los abogados consultan la legislación en lo que ellos llaman su “base de datos”. No hay que confundir la base de datos con el gestor de despachos, aunque algunos de estos pueden incluir una BBDD como módulo extra. ¿La diferencia entre unas y otras? Dos cosas: el número de sentencias que incorporan (más allá de la legislación, que se puede consultar fácilmente en varios sitios) y el motor de búsqueda. Las posibilidades y facilidad de filtrado son claves para dar con lo que buscas. Las más populares son: El Derecho, Laleydigital, Aranzadi, Lex Nova, El Consultor Jurídico, VLEX, Tirant lo Blanch, Espublico,…
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El reconocido rechazo a la tecnología por parte de la profesión es menos acusado en los abogados más jóvenes. Y más acentuado en abogados que en graduados sociales. Los graduados llevan años trabajando con la firma electrónica, las aplicaciones de la Agencia Tributaria o de la Seguridad Social. Y eso les viene forzando a una familiarización con la informática. El uso de tabletas electrónicas es todavía anecdótico aunque existen aplicaciones, sitios web y consejos específicos.
Fuente: ABC News
Productividad y organización del abogado
[dropcap style=»circle»]15[/dropcap] En contra de lo que sucede en EEUU, en España hay muy pocas referencias relativas a la productividad y organización de los abogados. De momento, sólo he encontrado dos referencias reseñables:
- El blog Gestión de despachos de abogados, de Josán García.
- La escuela Lawyer Training de Julio García Ramírez, que a día de hoy probablemente la referencia líder en este ámbito.
[dropcap style=»circle»]16[/dropcap] Los funcionarios de los juzgados pueden llegar a ser muy impactantes en la productividad de un abogado. ¿Motivo? Dependiendo de con quién topes, puedes encontrarte con ausencias para cafés, por bajas o de otro tipo y generalmente nadie responde en su lugar. Es factible ir a un juzgado y que tu caso esté paralizado durante mucho tiempo porque el funcionario que lo tiene que tramitar lleva algunos meses de baja.
[dropcap style=»circle»]17[/dropcap] La agenda es una herramienta clave para el abogado. Entre sus compromisos hay algunos especialmente relevantes: los señalamientos. Un señalamiento es una cita en un juzgado. Cuando surge en medio de un juicio, el juez cuenta con la disponibilidad de las partes para fijar un día y una hora. En ese momento, los abogados NECESITAN tener una idea clara de sus citas para estar seguros de que pueden quedar en la fecha propuesta y no comprometerse por duplicado. Aparte del perjuicio para su defendido, faltar a un señalamiento puede considerarse una falta y acarrear sanciones.
[dropcap style=»circle»]18[/dropcap] Por mi experiencia hasta ahora, no hay un método único y universalmente válido para potenciar la productividad de los abogados. Las bases de GTD seguramente servirán a la mayoría, pero la faceta tecnológica hay que introducirla de manera muy dosificada y adaptada a cada caso. Herramientas más sencillas, como Zen To Done o Personal Kanban, pueden tener mejor acogida.
[dropcap style=»circle»]19[/dropcap]
Los bufetes con muchos abogados (10, 15 letrados) escasean. Cuando a un bufete le empiezan a ir bien las cosas y se ve invitado / empujado a crecer, la faceta de gestión empresarial adquiere más importancia y a muchos les cuesta asumirlo. La coordinación de recursos y el enfoque de los casos como proyectos abre la puerta al Legal Project Management.
Fuente: http://www.legalbizdev.com/projectmanagement/quickreferenceguide.html
[dropcap style=»circle»]20.[/dropcap] Un caso puede típicamente rematar o con un juicio o con una negociación extrajudicial. Esta segunda opción es SIEMPRE más conveniente. Para todas las partes y especialmente para el letrado. Éste típicamente tendrá que dedicar mucho menos tiempo y el rendimiento de su trabajo será más alto. Encima, la sensación del cliente suele ser muy positiva: se va muy satisfecho por no haberse enzarzado en un juicio. Los propios magistrados animan a menudo a los abogados a llegar a acuerdos antes de entrar en sala. En algunas plazas está tan institucionalizado que llega a ser más importante dominar técnicas de negociación que manejarse con soltura en juicios.
Pequeñas aclaraciones:
del 2) Ser ejerciente o no ejerciente no depende de la Jura, la jura es un acto «necesario» para ser ejerciente, pero se puede haber hecho la jura y ser no ejerciente. Ser ejerciente es una situación administrativa de la que tu informas al Colegio de Abogados (te das de alta como ejerciente) y te permite ejercer profesionalmente. Los que trabajan en despachos como no-ejercientes o son becarios recién licenciados o están cometiendo una ilegalidad, salvo que trabajen como licenciados en Derecho pero no como abogados.
del 9) Trabajar acongrua no lo había oído en la vida. Lo que describes es lo que en mi ámbito laboral se llama «cobrar igualas»
del 11) La hoja de encargo no es el presupuesto, es El Contrato con el Abogado, que en esta profesión recibe ese nombre específico. Las cláusulas suelen incluir el presupuesto, pero sólo como una cláusula más, de hecho yo lo adjunto como ANEXO a la hoja de encargo.
En todo lo demás de acuerdo.
Un saludo.
Hola Germán,
muchas gracias por tus apreciaciones. Especialmente por la matización de ejerciente / no ejerciente porque me lo encuentro en otros colectivos y la verdad, no acababa de tener clara la diferencia. Sospecho que con la ley Ómnibus la diferencia ha debido de quedar un tanto difuminada.
Respecto a lo de «trabajar a congrua»… ¡mmm! La verdad es que considero muy solvente la fuente que me lo indicó, aunque ciertamente no encontré nada en Internet. Creo que es una expresión más frecuente en Sudamérica. Concretamente en Uruguay. ¡Bueno! La próxima vez que me vea con este colega vuestro, ya tendremos materia para debatir.
Yo tampoco había escuchado en mi vida lo de trabajar «a congrua». A esa modalidad de pago/cobro se le llama IGUALA.
Respecto a las cuestiones tecnológicas, tienes toda la razón, pero por parte de los Poderes Públicos se han empeñado en que nos metamos en ellas, muy probablemente para tenernos más controlados y abaratar los costes de las Administraciones Públicas y de la Justicia a costa nuestra. Aunque hay que reconocer que también nos ahorra tiempo y dinero a los abogados.
Saludos
Hola Santiago,
tomo buena nota de lo que apuntas respecto a la «iguala».
Tu comentario acerca de las Administraciones Públicas me ha recordado a «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de Stephen Covey». El hábito 1: Sea proactivo, habla del Círculo de influencia y del Círculo de preocupación. E incide en atender al primero para comerle el espacio al segundo.
Si no has leído este libro, te lo recomiendo vivamente. Puede que no te haga cambiar tus sensaciones respecto a la intencionalidad de las AAPP, pero te ayudará a poner el foco en lo que está de TU mano para reforzar tus posibilidades de negocio.
Saludos