Si hacemos caso a Carlos Herrera nos hemos ventilado ya una parte sustancial de este 2014, y la Navidad y el cambio de año ya han quedado definitivamente almacenados en el recuerdo. Uno más.
¡Quieto parao, Carlos!… que en este año hay que hacer muchas cosas. Pero no a tontas y a locas. No dejándonos llevar por los acontecimientos de cada día. Vamos a comportarnos como profesionales adaptativos, levantar un momento la cabeza e intentar imaginar qué nos gustaría haber conseguido cuando miremos hacia atrás en la próxima NocheVieja.
En mis formaciones hago a menudo el símil de la jungla y el árbol más alto. Que voy a adaptar al de una gran cordillera para ligarlo con la preciosa foto que veréis a continuación. Imagínate que te dan unas botas y una mochila y te plantan aquí, en medio del Annapurna. Y, ¡hala!, ponte a andar. Hay mucha gente muy trabajadora y voluntariosa que se pondrá inmediatamente a patear. Arriba y abajo, al Este y al Oeste. Con la mirada fija en el camino, esquivando una piedra, un terraplén, asumiendo lo que venga encima. Sin más. Al final de cada día acabará derrotada, profundamente cansada. Posiblemente si se preguntara dónde está y cómo ha llegado allí no obtendría respuestas, así que mejor esas cosas no se preguntan. Lo importante es que nadie pueda decir que yo no he andado. ¡Que yo no ando!! ¡Con muletas y una pata de palo si es menester! ¡Mira! ¡Mira qué ampollas tengo! Y así un día, y otro, y otro y…
Fuente: Dylan Toh en Flickr
Hasta… ¿hasta dónde? ¿hasta cuándo vas a seguir tramitando correos y contestando llamadas y haciendo kilómetros y aeropuertos y cumplimentando informes y pegándote con el ERP para imputar tus horas y tus gastos… sin un OBJETIVO?
Porque propósitos se hacen muchos. Si los que se hacen coincidiendo con estas fechas fueran visibles y de colores, Elmer sería el rey. Los que tenéis niños pequeños me entenderéis. Pero objetivos…, objetivos pocos. Los propósitos son burbujas en una copa de champán. Los objetivos son menos glamourosos y dan mucho más trabajo: son metas específicas que nos marcamos con fecha límite y que anotamos y monitorizamos a lo largo del año para que, las próximas Navidades, podamos mirar atrás y evaluar –de verdad-, lo que hemos y lo que no hemos conseguido.
[box style=»1″]Propósito: “este año, a ver si me entero un poco de qué va eso de SCRUM”. Tralarí, tralará.
Objetivos: “Voy a asistir a una formación antes de Semana Santa”, “Voy a obtener la Certificación como Scrum Master antes del 1 de junio”.[/box]
Algunos perfiles (gerentes, directores financieros, comerciales,…) sí están plenamente familiarizados con la idea de concretar objetivos. No te hablarán de “a ver si este año vendemos más en Sudamérica”, sino de “antes de que finalice este año tenemos que incrementar un 5% nuestras ventas en Perú y abrir una cuenta en Ecuador”. Pero raramente aplican esta concreción y decisión sobre sus propias vidas.
Levanta la cabeza. Mira a tu alrededor. Busca una cumbre elevada y resérvate TIEMPO para subir allí. Cuando llegues obtendrás la PERSPECTIVA necesaria. Y ahora baja. Y, sí; ve a algunas reuniones (cuantas menos, mejor, ¿vale?), elabora muchas propuestas, gestiona muchos proyectos y ve de aquí para allá para acabar tan cansado como siempre al final del día. Pero al menos, ahora, con una orientación.
¿Jungla? ¿cordilleras? Rafa… ¡concreta! Está bien, está bien… ¿Cómo puedes concretar tus objetivos en la práctica? Con una herramienta. Herramientas GTD para mantener el CONTROL hay muchas. Pero para levantar el vuelo y marcarte tus Áreas de Responsabilidad y tus Objetivos al estilo David Allen,… muy pocas. Y que además coincida con la que tú hayas seleccionado como compañera de existencia, ninguna. En realidad, estas dos facetas de GTD avanzado se gestionan de manera sencilla y potente con una buena hoja Excel. Además, de esta forma podremos hacer un registro tan detallado como queramos de los hitos que vamos alcanzando e, incluso, de los recursos (tiempo y euros) que vamos dedicando a conseguirlos.
¿Cómo? Con el que en breve será mi primer infoproducto: el Cuadro de Mando Personal (CMP).
Muy claro, basico, fundamental.
En estos dias lluviosos, ya van unos cuantos, tus consejos son lecturas faciles.
Ahora, a la practica.
Poner un poco de orden es siempre mas facil y resulta mas eficaz si se hace con los objetivs claros.
Gracias.