Peter Drucker y Valor 2.0
A mí Peter Ferdinand Drucker me interesa por lo que acertadamente predijo hace ya años en lo relativo al concepto de trabajador del conocimiento. Así que en este breve apunte biográfico me centraré en esa parte de su vida y en esas aportaciones concretas. Sin olvidar, en todo caso, la magnitud de este hombre del que algunos afirman que lo que John M. Keynes es a la Economía o W. Edwards Deming a la calidad, Peter Drucker lo es al management o gestión empresarial.
Su reconocimiento en vida llegó a tal punto que el Business Week llegó a apodarle Dr Management, el hombre que inventó el management. Denominación con la que parece ser que él no se sentía cómodo.
De hecho, todo lo que uno encuentra de él responde a un perfil bastante sencillo. En la etapa final de sus 94 años, en 2005, llegó a afirmar que en realidad no creía saber gran cosa de la materia en cuestión, de management. El tipo de afirmación que hacen los grandes de verdad.
Fue profesor de religión, de filosofía, ciencia política y –atención-, arte asiático. Coautor de un tratado de arte japonés, dejó profunda huella en el país nipón, donde dejó una legión de seguidores.
Sus formas también encajan con las de un sencillo profesor universitario. Nada del estereotipo de consultor encorbatado y engominado que entra en los sitios convencido de su grandeza. Drucker mezclaba coloridas corbatas con sencillas camisas, chalecos de lana y pantalones de calle.
Otro aspecto que me llama la atención, y con el que me siento identificado, es que él siempre trabajó desde un despacho en su propia casa, rodeado de libros. Nunca tuvo secretaria y era él mismo el que contestaba al teléfono. Incluso cuando ya era un personaje muy relevante no dejó de ser accesible.
Pero, perfilado el carácter de este gran hombre, vamos ya con las aportaciones que le convierten en una de mis fuentes de inspiración.
La era de la discontinuidad (1969)
A finales de los años 50 Drucker acuñó el término Knowledge Worker y a partir de ese momento pasó el resto de su vida estudiando una era en la que, usando sus palabras, cada vez más personas le daban a la cabeza en lugar de darle al espinazo. Esa era tenía nombre y en 1969 cobró forma en el que iba a ser su libro más conocido, La era de la discontinuidad.
En el libro –atención emprendedores-, introduce el concepto de trabajador del conocimiento y presenta una nueva disciplina que puede ser enseñada y aprendida, la innovación. Según Drucker los recursos naturales, la mano de obra y el capital son recursos que se han convertido en secundarios y pueden obtenerse con mayor o menor dificultad… siempre y cuando haya saber.
Esa discontinuidad a la que se refiere Drucker se basaría en:
a) La explosión de la nueva tecnología, cuyo fruto son nuevas industrias importantes.
b) El cambio de la economía internacional a la economía mundial.
c) Una nueva realidad social y política de instituciones pluralistas.
d) El nuevo universo de los conocimientos basados en la educación masiva.
Repito la fecha de edición de este libro: 1969. Hoy estas cosas nos resultan evidentes, naturales. Pero se ha llegado a ello tras una evolución y algunos supieron predecirla. Drucker de manera significativa.
El ejecutivo eficaz (1967)
Dos años antes de éste había escrito otro que nos interesa mucho a los knowledge workers: El ejecutivo eficaz. El ejecutivo tiene la obligación de ser eficiente, la eficiencia es una cuestión de hábitos y puede aprenderse. En base a los siguientes 5 principios que hay que llegar a interiorizar:
- todo ejecutivo eficiente controla su tiempo
- todo ejecutivo eficaz se orienta hacia las oportunidades, no hacia los problemas
- el ejecutivo eficiente construye con fuerzas: las propias y las de sus superiores, colegas y subordinados y las de las circunstancias
- el ejecutivo eficaz se enfoca en unas pocas áreas mayores, por lo tanto, establece prioridades
- el ejecutivo eficiente toma decisiones efectivas, sabe que tiene que aplicar un sistema para ello
Un apunte. Si queréis buscar este libro, la última revisión es de 2002. Y en 2005 se publicó una agenda inspirada en él pero que es otra cosa, no es el libro. Lo venden como El ejecutivo eficaz en acción.
La sociedad postcapitalista (1999)
En 1999 escribe otro de sus más de 35 libros: La sociedad postcapitalista. La sociedad postcapitalista es una sociedad del conocimiento. Es una sociedad en la que el recurso de producción crítico ya no es el capital, sino “el saber”, que no puede ser comprado ni creado por capital de inversión. Para él, una transformación de impacto mundial. ¿Recuerdas las reflexiones de Genís Roca en el vídeo de presentación de este blog? ¿o mi idea de Entorno 2.0?…
En esa economía emergente el protagonista es el trabajador del conocimiento y eso tiene importantes implicaciones para las organizaciones.
Para empezar, una pregunta de impacto: ¿se puede medir la productividad de un trabajador del conocimiento? En 2009 y conectando directamente con este libro, se escribió otra obra (en este caso póstuma) titulada The Drucker Difference. En ella, diferentes autores y discípulos del maestro reflexionaban sobre su legado. Uno de los capítulos fue escrito por un tal Jeremy Hunter, que lo tituló Knowledge Worker Productivity and the practice of self management. Es breve. Pero intenso. Tengo que dedicarle una entrada en el blog. Me lo apunto en Próximas Tareas.
The essential Drucker (2001)
Con autores a la vez tan prolíficos e interesantes a uno le entra la angustia de querer leerlos enteros y no saber por dónde empezar. Realmente no hay sitio para leer todo de todos. Con Drucker contamos con una ayuda inestimable. En 2001, con 90 añitos a sus espaldas, él mismo se replantea una revisión de sus miles de páginas para seleccionar aquello que le parece más interesante. Y condensa en un último libro lo más granado de su pensamiento. 26 capítulos que –le cito ahora-… “ofrecen una coherente y razonablemente amplia Introducción al Management y dan una visión general de mi trabajo”.
Drucker, Covey y Allen
¿Existió relación entre los tres principales inspiradores de Valor 2.0?
Definitivamente Stephen Covey bebe del legado de Drucker. Aparte de varias citas en sus 7 hábitos (la más famosa la que distingue entre hacer las cosas correctamente y hacer las cosas correctas), el propio título del libro fue cuidadosamente seleccionado de acuerdo al Drucker Institute. Covey barajó otras dos opciones: “Los 7 rasgos de la gente altamente efectiva” y “Las 7 cualidades de la gente altamente efectiva”. Pero finalmente optó por el que lo conocemos hoy precisamente por la influencia de Drucker. Ambos pensaban que la eficiencia no es tanto una cuestión innata como de ejercicio y perseverancia. La eficiencia, los hábitos… se pueden aprender y entrenar. Las cualidades, los rasgos… no.
¿Y Allen? GTD sale a la luz en 2001, ya en las postrimerías de Drucker. Y David, con la vida que tuvo de joven, no responde al perfil de un estudioso lector de ensayos. Pero le conoce y es consciente de que hay una línea de conexión entre ambos. En una entrevista que le hicieron en 2011 para Harvard Business Review declaraba:
«Peter Drucker dijo que el trabajo más duro del trabajador del conocimiento es definir su trabajo. Hace un siglo, el 80% del trabajo en el mundo consistía en mover cosas. Trabajabas hasta que podías, te ibas a dormir y te levantabas para trabajar de nuevo. No tenías que valorar tareas o tomar decisiones ejecutivas. Es mucho más complicado ser productivo en estos tiempos porque el trabajo es ahora mucho más complejo.”