El primer módulo de TUDEO se titula así: Bitsuperados. Su portada es una buena representación de esta paradoja: soy capaz de mantener en alto mi mundo informático. Pero, desde luego, no sin esfuerzo.
Y, lo siento mucho. Aquí no hay magia. A estas alturas de siglo, las opciones que se nos presentan son sólo dos:
- O nos esforzamos en tener un cierto control tecno-organizativo.
- O transigimos con la idea de convivir con un cierto tecno-caos.
Porque tu lío tecnológico va a seguir evolucionando lo quieras o no. Hace tiempo que no está en tu mano controlarlo. El nivel de inputs, el dinamismo de las cosas, la velocidad a la que evolucionan las herramientas y las posibilidades de tus dispositivos juegan a la vez a tu favor y en tu contra. O te pones las pilas en este terreno o te las ponen a ti.
Todo este desconcierto tiene un coste. Sobre tu productividad, tu sensación de organización y, -a la postre-, sobre tu felicidad y tu salud.
Y es que tener una relación… ¡Eso!.. ¡Saludable! con nuestro invasivo entorno tecnológico no es tarea sencilla.
¡De verdad que no!
Por eso precisamente parí a TUDEO.
Verás… Atiendo a diferentes clientes y proyectos como responsable de organización. Es una materia muy transversal, por lo que cubro sectores, saberes y herramientas muy dispares.
Seguramente si alguien pudiera observar, uno al lado del otro, todos esos ámbitos, se sorprendería de mi nivel de organización. ¡Pero es que no me queda otra! Por muy angustiado que puntualmente me pueda llegar a sentir, gozo de un control tecnológico que me posibilita atender a mil frentes diferentes con una cierta tranquilidad digital. Interprétese “gozo” como que disfruto del rédito de un entrenamiento y atención continuos.
Tener cada uno de esos ámbitos debidamente ubicado y perfilado desde un punto de vista de la documentación, las aplicaciones de uso, los correos, las contraseñas, el conocimiento de detalle de lo que se maneja en cada uno, los pequeños (pero importantes) aprendizajes y apuntes, el estado de avance de cada proyecto… Sería directamente imposible sin tener mi Universo Digital en Orden.
De ser consciente de esta capacidad y también de mi facilidad y gusto por la didáctica es de donde nació la idea de TUDEO. A esa fórmula sólo le faltaba un ingrediente: una plataforma, un altavoz, un ámbito en el que se valorase y se congregase a personas interesadas en la idea misma del orden. Y llegó Adelaida con su Escuela del Orden.
En ese primer módulo intento ubicar a mis alumnos en el contexto en el que nos movemos. Introduzco dos pinceladas sobre el estado del arte tecnológico. Hablo, entre otras cosas, de Big Data y del impacto que el 5G va a traer a nuestras vidas. También de la sostenibilidad del sistema porque, ¿eres consciente de la huella medioambiental que producen, por ejemplo, esos cientos de correos que recibes y no atiendes para nada? O del concepto de legado digital, que va a ir adquiriendo mucho peso en años venideros. Y en medio de ese océano… tu microaportación: tus datos, tus documentos, tus fotos, tus contraseñas, tus equipos…. Que es micro en relación al resto… Pero desde luego es macro por lo que a ti respecta. Y que, como tal, demanda una atención específica y no transferible.
Al final, ¿Quién debería pensarse seriamente engancharse a TUDEO? Cualquiera que se vea reflejado en este retrato:
¿Y qué va a sacar en limpio quien se apunte? Pues depende de las ganas que le ponga. Si está pensando en una formación de ver vídeos uno detrás de otro, atender por encima y leerse luego unos documentos… TUDEO no servirá de gran cosa. Pero si alguien siente realmente el problema que representa un descontrol tecnológico constante e intimidante… Si viene con las ganas de prestar atención y trabajar desde la primera sesión… Entonces aclarará y/o alcanzará para una muy larga temporada…
¿Por qué remarco lo de la larga temporada? El mercado está tan trufado de formaciones, asistimos a tantas cosas, leemos tanto contenido fútil que al final todo puede parecer lo mismo. Y no. No lo es. TUDEO remata con un proyecto de fin de curso. En el que el trabajo del alumno y la presentación del mismo a sus compañeros es garantía de compromiso. El fruto de ese proyecto fin de curso es un Personal Information Management system (PIMs). Perdón por el anglicismo pero, como explico en el propio curso, no hay una buena traducción para el término.
En el ámbito de la empresa existen normas (como la ISO 15489, la ISO 30300 y la ISO 30401) orientadas a conseguir una adecuada gestión del conocimiento. De ellas nace el sistema de gestión documental, guía que orienta a cómo, con qué y de qué forma se relacionará todo el mundo con los elementos de información del día a día. Bien. Pues el PIMs es la guía que desarrolla cada cual en TUDEO y con la que sale funcionando. En ella plasma cómo va a organizar sus carpetas, sus documentos, sus contactos, su agenda, sus contraseñas, sus fotos… Con qué herramientas, con qué criterios aplicados.
De esa forma intento que la formación no sea algo pasajero, sino que deje rastro. El alumno tiene algo que consultar a futuro para saber, por ejemplo, cuál fue su decisión en relación a decantarse por Office 365, por qué utiliza el Advanced Renamer para un renombrado masivo de sus archivos o cuál fue el patrón de libretas y etiquetas diseñado para usar Evernote.
Todo ello hará que puedas sostener la gran bola tecnológica sobre tus hombros. Ya hemos visto que con esfuerzo. Pero sin resignación. Con una suficiente sensación de paz digital sostenida en el tiempo.
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